14.3.07

El espectáculo debe terminar

El Congreso ha pasado de ser un lugar de debate a ser un lugar de combate. Ya me imagino a zapatero y rajoy a ostias en un rin en el centro del emiciclo, a Rubalcaba y a Zaplana esperándoles en las esquinas metiéndo cizaña. Y en el medio los dos panolis dándose golpes bajos. Uno con la camiseta de D'juana y el otro con un polo azul de de cuellito español. Y mientras... Qué pasa con el proceso político de España? Paro, salarios por los suelos, discriminación laboral femenina, conciliación de horarios, el precio de la vivienda, la corrupción urbanística, los accidentes de tráfico, las necesarias reformas educativas, los soldados en Afganistán, la contaminación, la subida de los precios, el estado en el que llegan los emigrantes, la marginación que sufren los que ya están aquí, el dinero que debe el futbol al estado, y muchos grandes etcéteras...

Yo le temo más a las carreteras gallegas que a la organización terrorista ETA, me hace más daño no encontrar empleo que el hecho de atenuar la condena a un preso. Toda esa gente que se manifestó en Madrid, no encontró mejor excusa que la de que el govierno cede ante los terroristas? La verdad es que viéndole las pintas, no me extraña. A las señoras que van a una manifestación tras salir de la peluquería y con un abrigo de pieles, acompañada de su marido y de su hijo Borja, engominados ambos y con polo rosa ondeando su bandera bicolor, no creo que le importe mucho ni los sueldos, ni la discriminación femenina, ni la educación, ni la seguridad social, ni los emigrantes... En fín.

Llamadme radical o lo que os de la gana, pero para mi, el que apoya al pp a día de hoy, es un enfermo mental o vive en otra dimensión que no es la de la vida real, o bueno, también puede ser que tenga un gran afán lucrativo.... Pero la culpa la tiene todo dios, por seguirles el juego, por entrar en debates absurdos, por mantener en la opinión pública lo que la televisión impone, por seguir el circulo vicioso. Y por tragar con esa actitud paternalista de los políticos con su hija adolescente España. La verdad es que tras el franquismo, España renació, y como a los niños pequeños, se la llevó en algodones, se le ocultaron las realidades hasta que fuese lo suficiente mayor para entenderlas. Pero España se supone que se hizo mayor y tiene que entrar en contacto con su realidad, analizar su pasado, decidir su futuro . Y como unos padres con un hijo adolescente, los políticos son reacios a dejarla volar libre.

Se habla de que el govierno negocia con el territorio español con los terroristas. Y yo me pregunto, para negociar con algo primero no te tiene que pertenecer? Pertenece Navarra o el Pais Vasco al govierno central? Para empezar la tierra no pertenece a nadie, la gente estamos akí de prestado, pero si nos adaptamos a la realidad, quienes son dueños del terreno de esas comunidades? Yo creo que sus habitantes no? Por qué no se les pregunta a ellos lo que quieren hacer con su territorio? No, claro, igual responden lo que no quieren oír los papás y la adolescente se quiere marchar de casa. O igual no, pero en este país las mayorías se llevan el gato al agua y las minorías no tienen nada que decir, a eso se le llama democracia?

Lo único que creo es que les mola discutir y slir con grandes discursos en la televisión, y que en verdad los problemas de verdad les dan por culo. Y que mientras aquí nosotros mirando para ellos como parbos. Para cuando una manifestación, exigiendo a los políticos que dejen de comportarse como niños pequeños?

7.3.07

LA VIEJA DERECHA PATRICIA (por Anxo Guerreiro)

" A VIDREIRA" Opinión en La Voz de Galicia Domingo 4 de marzo de 2007.

El RECHAZO del Partido Popular a aceptar su derrota electoral y su obsesión por recuperar el poder se ha convertido en llos únicos vectores que inspiran la política de tierra quemada que el partido conservador ha venido practicando a lo largo de los últimos años. Una lamentable estrategia, inapropiada como respuesta a los posibles errores del Gobierno, que ha conducido al país a una grave crisis política que no se corresponde en absoluto con su situación económica y social.
Ahora, coincidiendo con el tercer aniversario de aquella derrota, Rajoy, Aznar, Acebes, Zaplana y compañía han dado una nueva vuelta de tuerca y han decidido poner bajo sospecha al conjunto de las instituciones democráticas. No sé si semejante actitud se debe a su frustración política o a su tradición histórica -o quizá a ambas cosas al vez-, pero lo cierto es que nadie antes, ni siquiera los movimientos antisistema ni los nacionalistas, había llegado tan lejos como el PP en el intento de deslegitimar el Estado democrático en España.
Porque, en efecto, cuando el Govierno es acusado de poner en peligro la unidad nacional y de claudicar ante los terroristas; cuando todas las instituciones del Estado -Govierno, Parlamento, judicatura, fiscalía, policía, Guardia Civil, CNI...- han sido puestas en entredicho; cuando a dichas instituciones se les imputa nada menos que la participación en una conspiración para alterar las reglas del juego democrático, es obvio que el PP no sólo está poniendo en cuestión al Ejecutivo, sino también al Estado.
Pero los actuales dirigentes del PP no se han detenidoahí. Convencidos de que el po
der les corresponde por derecho natural, incapaces de concebir la alternancia salvo como delito de lesa patria, destilan un rancio discurso que recuerda demasiado al de la vieja derecha patricia y a su aberrante demofobia. Fue Álvarez Cascos, cuando afirmó que el Govierno socialista era una anomalía en la historia de España, el dirigente conservador que con más precisión definió la esencia de la estrategia que hoy desarrolla su partido.
No pocos entre los dirigentes populares deploran, como Flaubert en 1871, que el número (los votos) "domine a la instrucción, a la casta y hasta al dinero. ¿Qué habría sido de Atenas si se hubiera concedido el sufragio a los doscientos mil esclavos y ahogado bajo ese número a la pequeña aristocracia de hombres libres que habian hecho de ella lo que era?". Otros piensan, como Renán, que la patria, honor y deber son cosas creadas y conservadas por unos pocos y, como él, consideran que los sectores populare
s son unos intrusos en la casa, unos zánganos introducidos en una colmena que no han construido.
Tal es la cultura dominante entre los altos dirigentes de la derecha española. Por eso Rajoy, Aznar, Acebes o Zaplana no pueden volver a
gobernar en España. Se han convertido en un problema para la convivencia y en un peligro para el Estado. Es necesario jubilarlos definitivamente de la vida pública. En las urnas, por supuesto.


En fín, que leí esto y reflejaba la poca falta que me parece que hace este partido político en la actualidad, y lo perjudicial que es para para cualquier tipo de porgreso. Ojalá algún día lo ilegalicen, igual que le gustaría a ellos ilegalizar a todo el resto de organizaciones políticas... No suelo leer las secciones de Opinión, porque la mayoría me suelen parecer demasiado enrevesadas pero en esta Anxo Guerreiro se explica clarísimamente.